Metodología y pasión. Elementos fundamentales en el proceso de enseñar

María Elena Ruiz Morales

¿En qué contexto desarrollas tu experiencia?

Matemáticas Financieras es una materia de tronco común para las licenciaturas en Administración de Empresas, Contaduría, Hospitalidad, Mercadotecnia, Relaciones internacionales y Finanzas. Depende de la dirección del departamento de Estudios Empresariales y específicamente de la Coordinación de Finanzas. Es una materia numérica y percibida por los alumnos como de alta dificultad, ya que cuenta con dos evaluaciones departamentales, que son los exámenes que aplica directamente el departamento y cuyo peso en la ponderación de la calificación final es del 40%. El objetivo general de la materia es el entendimiento del valor del dinero en el tiempo y sus implicaciones en la contribución de decisiones financieras eficientes. La materia está encaminada a que los alumnos, al concluirla, comprendan que el valor del dinero no permanece constante y los efectos de esto en la toma de decisión financiera. Los estudiantes aprenden a calcular el valor del dinero por dos factores clave: el interés y el tiempo. Aprendemos a calcular el interés simple y el interés compuesto, así como sus aplicaciones en entornos típicamente comerciales, de financiamiento o de inversión. Esto permite atraer a estudiantes con el menor interés en la materia, debido a que el contexto de aplicación es inmediato a una realidad cercana al estudiante. Aunque la toma de decisión financiera no necesariamente es del interés de todos los estudiantes, en su mayoría encuentran atractivo entender cómo podrían mejorar sus decisiones y la forma en la que pueden llegar a formar un patrimonio y preservarlo. Debido a que es un curso que se imparte para varias licenciaturas, los grupos tienen alumnos con diversos intereses; por ejemplo, los alumnos de finanzas son los más interesados en la materia y tienden a ser alumnos con gusto por los números. Esto los hace más exigentes y ávidos por entender conceptos implícitos al momento de elegir entre diversas alternativas de inversión. Por el otro lado, están los alumnos de otras carreras, como Hospitalidad y Mercadotecnia que encuentran la materia más alejada de sus intereses profesionales, o al menos esto es lo que piensan antes de iniciar el curso. Algunos de ellos presentan rezagos en materias prerrequisitos para un buen desempeño como lo son álgebra o modelos matemáticos. Esto genera temores o desinterés y no favorece el proceso de aprendizaje. Otro factor relevante es que los alumnos pueden estar cursando el segundo, tercero o cuarto semestre dado que en los planes ideales de cada una de las carreras la materia se propone en estos tres distintos periodos. Por ejemplo, en el caso de los alumnos de Finanzas la materia se cursa en el segundo semestre, mientras que para los administradores se cursa en el cuarto semestre.

ESTRUCTURAR LA CLASE DE TAL MODO QUE EL ESTUDIANTE SE FAMILIARICE CON UNA RUTINA.INCENTIVAR LA CONSTANTE REFLEXIóN. AYUDARLOS A PENSAR POR Sí MISMOS. NO DAR RESPUESTAS. ENSEñARLOS A LLEGAR A ELLAS POR MEDIO DEL DICERNIMIENTO.

"Docente"

¿En qué consiste la experiencia docente que quieres compartir?

Una de mis grandes pasiones es enseñar y con ello descubrir herramientas para mejorar y contribuir en la forma en la que los estudiantes aprenden. Preguntas como: ¿los estudiantes, en la actualidad, aprenden de forma diferente a como solíamos aprender en el pasado?, ¿qué factores son críticos al momento de asimilar nuevos conocimientos?, ¿con qué ejemplos se sienten más familiarizados los estudiantes para aplicar conceptos fundamentales de este curso?, ¿por qué estarían interesados en aprender esto?, ¿cuál es el contexto actual de mis alumnos? Son ejemplos de interrogantes cotidianas en mi quehacer docente. A lo largo del ejercicio académico, pero también como estudiante, me ha parecido especialmente fascinante analizar los factores que intervienen en el proceso de aprender, aunado con mi formación administrativa, me han llevado a establecer una metodología de enseñanza. He detectado que los alumnos, al menos en su mayoría, se sienten cómodos con metodologías o procesos transparentes y definidos, especialmente en aquellas materias que son percibidas con mayor grado de dificultad. He notado que existen elementos cruciales en la forma en la que los alumnos aprenden: el orden y la estructura lógico secuencial del discurso por parte del profesor, entre muchos otros, son ejemplos de éstos. Por otro lado, la atención, la concentración y la escucha activa son elementos vitales en el proceso de aprendizaje por parte del estudiante. No es posible mantener todo el tiempo la atención de los estudiantes, ni de todo el grupo, debido a los diversos distractores en el salón de clase. Es por ello que, al menos en momentos claves y/o estratégicos, me aseguro de captar toda su atención. Me baso en el principio de que no se puede hacer varias actividades al mismo tiempo sin afectar la concentración en cada una de ellas y por ende el resultado que obtengamos. Observar a mis estudiantes ha sido punto clave para asegurarme que su atención está al cien por ciento en momentos críticos. Un ejemplo de esto es que no les permito hacer anotaciones y/o copiar lo que estoy desarrollando en el pizarrón hasta que haya terminado mi exposición. En promedio las hago en intervalos que no deben durar más de 10 minutos, pues difícilmente lograré su concentración por más tiempo. Después de este lapso, ellos pueden hacer apuntes, conversar, revisar mensajes en su celular, ir al baño, etc. Mientras ellos hacen esto, yo camino entre las bancas y observo sus anotaciones. Al revisarlas, puedo hacer un diagnóstico de si estoy alcanzando los primeros objetivos y determinar si puedo seguir adelante con la exposición. Desde las primeras clases los estudiantes se familiarizan con esta estructura de la clase y comprueban consecuentemente la importancia de ésta, para el cumplimiento de los objetivos establecidos desde el inicio del curso. Existe una condición fundamental para que esta práctica funcione y que no quisiera pasar por alto o dejar desapercibida: la confianza. Los alumnos continuamente nos ponen a prueba. Desean que les demostremos nuestra capacidad para transmitir conocimientos con asertividad y congruencia. Si les dices que un elemento es relevante, pero descubren que no lo es, probablemente perderás su confianza. Ellos aprenden a confiar en nuestras recomendaciones porque es demostrable su relevancia a lo largo de la práctica. Otro elemento que interviene para captar la atención de los estudiantes es una práctica que realizo cada semestre y que implica un verdadero reto para mí. Procuro aprenderme el nombre de todos mis estudiantes el primer día de clases durante la presentación individual. Esto me permite personalizar su atención y muestra mi compromiso con ellos. El esfuerzo que les voy a exigir a lo largo del semestre es recíproco y estoy dispuesta a demostrarlo desde el primer día. Además de contribuir a mejorar la atención de mis alumnos, este recurso también me permite el control del grupo, un elemento vital para generar un ambiente propicio para el aprendizaje en el aula. La resolución de problemas matemáticos es una actividad recurrente en mi materia y los alumnos comúnmente se sienten cómodos cuando están resolviendo los problemas en el pizarrón con ayuda del profesor. El verdadero reto para ellos inicia cuando los alumnos se van a casa y deben resolver los problemas sin ayuda. A veces, en sus propias palabras, no saben ni por dónde empezar. La respuesta por mi parte es sencilla: por el principio, refiriéndome a una metodología que les he facilitado desde etapas tempranas del curso y que funciona como instrumento para la resolución de problemas. Esta herramienta consiste en seguir pasos que pueden parecer muy obvios y sencillos, aunque el reto en realidad sea lograr que los estudiantes verdaderamente los sigan: de manera breve y resumida puedo resaltar este proceso con estos cuatro puntos: 1.-Leer detenidamente y cuantas veces sea necesario el enunciado del problema. 2.-Dibujar o representar el problema visualmente. 3.-Determinar los elementos que intervienen en el problema y con base en ellos seleccionar la fórmula adecuada. 4.-Sustituir, resolver e interpretar la respuesta. Esta metodología permite de alguna forma que los alumnos tengan un proceso a seguir en caso de no saber qué hacer. ¿Cómo te comes un elefante? a mordiditas les digo; así es como ellos ven los problemas, como tareas abrumadoras y pesadas como elefantes. Al tener una metodología, al menos pueden seguir pasos y minimizar la posibilidad de quedarse paralizados frente a una tarea que parece rebasarlos. En clase, me obligo a seguir la misma metodología y aunque reconozco que a veces esto castiga la creatividad, la mayoría de los alumnos lo agradecen para convertirse en expertos de la materia. Otro componente de la metodología para resolver problemas es ayudar a mis alumnos a reflexionar de manera continua. Jamás resuelvo preguntas de mis estudiantes sin demostrarles cómo las responderían ellos mismos. Más de una vez he escuchado a mis alumnos quejarse de la dificultad que enfrentan para resolver los exámenes o los problemas por ellos mismos. Así que contribuyó a que logren un proceso independiente, no dando respuesta a sus preguntas en clase de forma convencional. La respuesta la deducirán con base en una serie de cuestionamientos que les iré planteando y que deberán ayudarles a inferir, por ellos mismos, la respuesta. Debo confesar que esta práctica no es bienvenida por todos los estudiantes. Muchos se sienten más cómodos recibiendo la respuesta sin necesidad de pensarla, pero poco a poco se familiarizan con esta práctica. Trato de convencerlos de los beneficios de la metodología, explicándoles que esto les permitirá resolver cualquier problema dentro o fuera del salón de clases sin la ayuda de un profesor.

LA ATENCIóN, LA CONCENTRACIóN Y LA ESCUCHA ACTIVA SON ELEMENTOS VITALES EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE POR PARTE DEL ESTUDIANTE.

"Docente"

¿Cuáles son los resultados alcanzados por tus estudiantes a partir de tu experiencia?

Haber implementado una metodología ha permitido a los alumnos incrementar sus calificaciones en evaluaciones parciales y departamentales. Esto los motiva y lo consideran un reconocimiento a su esfuerzo. Cuando empecé a dar clases me encontraba con alumnos que tenían buen desempeño académico, pero que no necesariamente eran capaces de resolver sus evaluaciones departamentales debido a la falta de práctica para resolver problemas de manera independiente y reflexiva. Ellos aprenden a implementar esta metodología como parte de un proceso, una estructura. Al tener una guía o base de estudio pueden concentrarse elementos claves de la materia y ser más eficientes para obtener mejores resultados. Especialmente a las aplicaciones en contextos reales y la forma en la que este conocimiento pueda mejorar la toma de decisiones, y por lo tanto, la situación económica de las personas. Aprenden herramientas de estudio, habilidades para retener y comprender el material, así como la forma de llevarlo a la práctica. Hay alumnos que me han compartido que esta metodología ahora la aplican a diversos procesos, inclusive fuera de la universidad. Aprenden a ser más ordenados y estratégicos. Los estudiantes, como parte de actividad académica, se encuentran constantemente ante el reto de resolver y discernir sobre diversas alternativas. Su vida personal no está exenta de esto y la metodología les permite tener un elemento inicial para abordarlos. El ejercicio constante de reflexión los hace proactivos frente a diversos dilemas y su campo de aplicación es infinito. La autoconfianza y la autoestima de los estudiantes se fortalecen, aprenden a que son los actores de su desempeño.

ES FUNDAMENTAL ADAPTAR NUESTRO SISTEMA DE ENSEñANZA DE ACUERDO A LOS CAMBIOS TECNOLóGICOS Y SOCIALES.

"Docente"

¿Cuáles son los logros y nuevos retos que te plantea la reflexión sobre tu experiencia docente significativa?

Logros. Semestre a semestre he visto la evolución de los alumnos, desde el primer día de clases y hasta el final. Son alumnos cuya confianza en sí mismos se ha incrementado. Aprenden a resolver problemas e implementan procesos y metodologías para afrontar los retos. Los veo motivados y capaces de demostrarse a sí mismos todo de lo que son capaces. Aprenden a enfrentar sus miedos y a esforzarse como la vía para lograrlo. Se vuelven más comprometidos y se responsabilizan de sus acciones. Su desempeño es medible y son capaces, al concluir el semestre, de resolver problemas complejos y aplicarlos a contextos reales. Al comprender y dominar los conceptos los aplican y muchas veces en clase hacen reflexiones de cómo pueden utilizar el conocimiento adquirido, en mejorar la situación económica de quienes los rodean, de los menos favorecidos y de ellos mismos. Entienden que son ellos quienes establecen sus propias limitantes y que la fórmula del esfuerzo siempre funciona para alcanzar resultados. Adquieren la importancia de la disciplina y la estructura para el alcance de resultados. En algunos casos, algunos alumnos han roto el paradigma y se dan cuenta de que la inteligencia no definirá su desempeño, sino otros factores mucho más relacionados con su actitud frente al aprendizaje. Frente a todo lo que ellos se propongan hacer. El descubrimiento de que son ellos quienes, con sus conocimientos, podrán contribuir a mejorar las condiciones de nuestro país. Desafíos. Los desafíos incluyen romper paradigmas mutuos. No todos los estudiantes se sienten cómodos con metodologías.

¿Qué elementos de tu experiencia podrían ser replicables o transferibles en otros contextos (asignaturas, programas académicos)?

Creo que el campo de aplicación de procesos y metodologías es infinito. No únicamente en los espacios académicos, sino a cualquier contexto. Me parece que un error como profesores es asumir que nuestros estudiantes saben estudiar y distinguir entre lo que es relevante y lo que no. Esto no necesariamente es cierto. He descubierto que la técnica de estudio de muchos alumnos no es eficiente ni eficaz. Un ejemplo de esto es que tienden a memorizar las fórmulas matemáticas en lugar de entenderlas. Esto produce que se puedan resolver problemas sencillos, pero en la medida que la materia incrementa de complejidad deja de funcionar. Tienden a confundir tiempo con calidad y por lo tanto asumen que están preparados para alcanzar resultados de acuerdo a la cantidad de tiempo invertida en tareas, trabajos, estudio, etc. Esto no es necesariamente cierto. Muchas veces requieren que nosotros los guiemos para mejorar sus técnicas, medios y recursos para estudiar mejor. No creo que lo que funcione en una materia pueda ser siempre aplicable a otra, por lo que nuestra experiencia es crucial para mejorar sus técnicas de estudio. Si el profesor crea una estructura para sus clases y una metodología, también se obliga a justificar los elementos con base en lo funcionó y lo que no funcionó con anterioridad. Te obliga a determinar lo relevante y lo que no lo es. Es tu guía para no perder de vista lo que realmente es importante en tu clase y cómo vas a transmitirlo y mostrarlo de la manera más clara, transparente y congruente para aquellos que están en proceso de convertirse en expertos.

¿Qué se requiere para poder replicar o transferir tu experiencia en otros contextos?

-Experiencia impartiendo la materia. -Control de grupo. -Manejo inteligente de los dispositivos electrónicos. -Establecimiento y cumplimiento de las reglas relacionadas con la conducta y actitud de los alumnos en el salón de clases. -Ganar la confianza de mis alumnos: asegurarme de cumplir lo que digo. -Integrar al grupo. Unificarlo. Realizo competencias entre ellos, con la posibilidad de ayudar al contrincante. -Cree un modelo matemático para resolución de problemas en una plataforma, lo que me permite contar con un número infinito de problemas. -Cree una guía para evaluaciones departamentales. -Desarrollé material para cada tema. -Desarrollé y elegí problemas con grados de dificultad similares para permitir a los alumnos identificarlos de manera progresiva. -Califico el mismo día que aplico los exámenes. Esto me permite dar una retroalimentación de mayor calidad a cada estudiante sobre sus avances. -Aplico exámenes diferentes por grupo. Tipo A, B, C, etc. -Clasifiqué material por medio de claves para facilitar el aprendizaje a mis alumnos. -Cree nuevas palabras claves, entre mis alumnos y yo, para poder comunicarnos mejor. -Implementé micro procesos para aquellos elementos que identifiqué de mayor dificultad para mis alumnos. -La primera semana de clases establezco la estructura de ésta. -La primera semana establezco acuerdos sobre uso de decimales, uso del material, instrucciones sobre anotaciones, uso de calculadora, etc. -Solicito la misma calculadora a todos mis estudiantes. -Recomiendo no utilizar computadores, Excel, Word o dispositivos electrónicos para hacer anotaciones. Las distracciones aumentan, pero no los prohíbo. -Reviso y analizo los resultados que obtengo semestre a semestre. Conservo esta información y la analizo cada determinado tiempo. -Me pongo retos personales semestre a semestre. -Mantengo actualizados mis exámenes con elementos y contextos reales. -Utilizo herramientas, ejemplos y condiciones de fácil acceso para mis alumnos.

Desde tu expertise docente, ¿Qué podrías compartir con otros profesores para la mejora de sus prácticas?

1. Identificar los conceptos claves en la materia. 2. No depender de conocimientos previos muy específicos y si se requieren partir de bases generales para unificar el nivel del grupo. 3. Procurar memorizar sus nombres o implementar una estrategia para dirigirnos de una manera más personal (mostrarles que nos importan como grupo y como individuos). 4. Estructurar la clase de tal modo que el estudiante se familiarice con una rutina. 5. Incentivar la constante reflexión. Ayudarlos a pensar por sí mismos. No dar respuestas. Enseñarlos a llegar a ellas por medio del discernimiento. 6. Observar activamente a nuestros estudiantes y al grupo. 7. Escuchar activamente a los estudiantes. 8. Utilizar un sistema de control que nos asegure que estamos alcanzando los objetivos de cada clase, cada semana, cada mes y cada semestre. 9. Documentar resultados, procesarlos y tomar decisiones semestre a semestre sobre lo que funciona y sobre lo que no funciona. 10. Ser congruentes entre lo que enseñamos y lo que evaluamos. 11. Mantenerlos actualizados. 12. Involucrarnos con el plan de estudios de la carrera de todos nuestros estudiantes. 13. Utilizar aplicaciones en contextos reales. Ser divertidos, romper paradigmas. Darnos la oportunidad de aprender de otras asignaturas, de otras aplicaciones fuera del contexto típico de nuestra materia. 14. Actualizar nuestro material de manera recurrente. 15. Establecer reglas, pero explicar las razones de porqué es relevante seguirlas. 16. Estudiar algo que no esté relacionado con nuestra formación; en lo personal lo he encontrado un medio muy efectivo para activar mi proceso creativo. 17. Ser un estudiante activo. 18. Dar recomendaciones desde el primer día de clases sobre cómo pueden alcanzar sus resultados óptimos en la materia. 19. Asegurarnos de conocer a nuestros alumnos. ¿Quiénes son?, ¿cuáles son sus intereses?, ¿qué esperan obtener al concluir la materia? y ¿qué esperan de nosotros? 20.-Comparto la responsabilidad del éxito de la clase con ellos. Ellos son responsables de los resultados de las operaciones, yo del proceso. 21.-Hablamos de temas que no tienen aparente relación con la clase y posteriormente los relaciono para obligarme a continuar con mi proceso creativo. 22.-Evito llegar tarde. Nunca falto y si por alguna razón lo hago, les aviso con anticipación. Preparo una clase virtual. 23.-Dejo tarea todas las clases. 24.-Inicio todas las clases con un resumen de lo visto la clase anterior y con dudas de la tarea.

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