
Las palabras son llaves maestras que abren posibilidades de mundos mejores
Sara Fernández Barreiro
Categorias: Elementos de la práctica docente • Involucramiento y acompañamiento a estudiantes • Sentido humanista y Compromiso social
Subcategorias: Métodos y estrategias de enseñanza • Habilidades de pensamiento y comunicación • Recursos didácticos • Sensibilidad e Interés por el desarrollo y aprendizaje de los estudiantes • Compromiso social
¿En qué contexto desarrollas tu experiencia?
va dirigido específicamente a estudiantes interesados en la relación entre el psicoanálisis, la cultura y la práctica clínica. Los alumnos, por lo general, son muy analíticos y de mente creativa, pues, a pesar del grado de dificultad epistemológica de dichas materias, pueden internalizar las nociones y la teoría en poco tiempo, y comenzar a producir nexos con los problemas actuales sociales y políticos. Se plantean cuestionamientos subjetivos, culturales, y clínicos desde la perspectiva del inconsciente. Se analizan contenidos que constantemente se deslizan desde lo individual a lo colectivo y viceversa. Los argumentos derivan generalmente en contra-argumentos, a modo de promover más las preguntas y los saberes por construir, que las respuestas cerradas y categóricas. Son jóvenes con formación en Historia del Arte, Comunicación, Filosofía y Psicología, que logran articular y producir lecturas novedosas, diversas e interdisciplinarias desde el psicoanálisis (freudiano y lacaniano) con: 1.La producción plástica: pintura; escultura; fotografía; 2. Con la producción literaria (poetas y novelistas de distintos siglos); 3. Con la trama en la cinematografía; 4. Con y desde la experiencia clínica con los pacientes. El inconsciente freudiano se trabaja a modo de descubrir qué no es un elemento suplementario de la cultura, sino un productor de todo fenómeno cultural y subjetivo. Los relatos profesionales-personales, teóricos, biográficos y clínicos tienen la intención de promover en los alumnos una formación que integre la ambición intelectual, así como la humanista. Un posicionamiento ético frente a temas actuales como son los sociales, económicos, ideológicos y patológicos. Se trata de entender que el trabajo con los 'otros' debe acompañarse con el respeto y la responsabilidad que a cada profesionista le compete y le compromete. Otro interés que atraviesa el contexto de la experiencia académica, es (in)formar los alcances y límites de cada carrera. Generalmente, se advierte acerca de diversas dificultades con las que se encontrarán en la práctica, al salir al mundo profesional y laboral, y la intención no es desanimar ni que pierdan los ideales que atraviesan su elección de carrera. Se trata de hacer mucho más real los ideales, para que se sostengan en la 'persistencia' que se requiere para el éxito, sobre todo para alumnos de psicología orientados al trabajo con pacientes. Una de las cosas imprescindibles es que descubran una pasión y que persistan en ella. En las materias que he impartido, hay una estructura: se trata de un contexto teórico y clínico que está siempre presente, acompañado de muchos pre-textos literarios, plásticos y filosóficos para reflexionar.
UNA DE LAS LECCIONES, QUE SIGUE ABIERTA PARA Mí, ES ENTENDER QUE SOLO CON EL COMPROMISO CONTINUO HACIA LA FORMACIóN PROFESIONAL; LA ETICIDAD; EL TRATO RESPETUOSO DEL DOCENTE HACIA LOS ALUMNOS; Y LA GENEROSIDAD EN LA TRANSMISIóN, SE LOGRA CAUSAR ALGúN EFECTO POSITIVO EN LOS ALUMNOS Y TAMBIéN EN EL DOCENTE.
"Docente"
¿En qué consiste la experiencia docente que quieres compartir?
Mi experiencia docente se puede formular de manera simple: siempre he tenido la convicción, de que los alumnos son inteligentes, analíticos, creativos y capaces, tanto para exigirles un trabajo epistemológico serio, como para esperar de ellos un compromiso académico que los haga producir algo de alto nivel. Estoy segura que ellos al escoger una materia desean tener algún hallazgo que enriquezca su elección profesional. Por esta razón, mi compromiso docente es lograr cumplir con esta expectativa: darles 'algo' de lo que ellos esperan obtener con la materia elegida. Además, considero necesaria una transmisión ética desde mi posicionamiento como docente y clínica, esperando que cause algún efecto en ellos. También la empatía, la cordialidad y el respeto son valores humanizantes grupalmente. Para mí, la docencia es una experiencia humana placentera, vivificante y expansiva. Es una vocación, una pasión que se nutre de lo intelectual y del contacto con los alumnos. El interés, la atención, la dedicación, el compromiso y el sentido del humor son una parte esencial de la pasión que me transmiten los jóvenes y viceversa. El propósito educativo consiste en que desarrollen gradualmente mayor capacidad de análisis y síntesis. Que produzcan nexos interdisciplinarios que les permitan ampliar, complejizar y enriquecer lecturas de los fenómenos y problemas actuales, presentes en la cultura. La finalidad es desarrollar un pensamiento crítico que les posibilite cuestionar la realidad y las certezas. No se trata de dar respuestas cerradas y categóricas en los temas del seminario, sino de abrir preguntas y plantear contradicciones. Se trata de entender las realidades desde un método ensayístico, esperando contra-respuestas, asumiendo la contradicción y lo inacabado. Los temas escogidos en cada semestre para los grupos no son improvisados, han exigido compromiso, tiempo y dedicación al análisis de los textos que se trabajan. Transmito parte de un recorrido de mi formación de manera rigurosa y planteo las cuestiones centrales de la misma manera. Las estrategias de aprendizaje son simples y tradicionales: lecturas previas para debatir y analizar en clase. Problematización de ideas. Elaboración de esquemas para cada clase y tema. Evaluaciones durante el semestre. Investigaciones breves. Insistencia en las nociones principales y complejas para poder entramarlas (junto con los alumnos) con nuevos temas a lo largo de todo el semestre. De tal modo que el propósito es lograr un entretejido de las nociones fundamentales con distintas ideas, discursos y disciplinas. También, se hace una exposición en grupo al final del semestre, articulando un tema de la materia y relacionándolo libremente con un interés propuesto por el equipo, pues es indispensable que produzcan desde la propia motivación. Como parte de las evaluaciones se cierra, llevando el recorrido teórico de todo el semestre, a la escritura, con un ensayo final que debe ser original. Los recursos didácticos son generalmente la exposición oral. Los apoyos audiovisuales para los temas que conciernen a las obras de arte. Utilización de redes sociales (WhatsApp) para estar en comunicación inmediata, cada vez que se requiere, entre el grupo y el docente. Las páginas de internet para descargar lecturas señaladas para trabajar en clase. Análisis de películas para reforzar conceptos psicoanalíticos-filosóficos. Considero que el compromiso docente, el mío al menos, es lograr una transmisión de conocimientos de forma clara, profunda, sin ser condescendiente hacia el alumnado, además de compartir sin celos mis alcances teóricos. Mi interés e intención es que entiendan lo que les comparto y que ellos produzcan algo que me sorprenda, que se descubran capaces de arriesgarse a pensar, y que así, disfruten de sus propios alcances creativos. Mi rol como docente es oral-activo, promoviendo el intercambio de ideas, la reflexión y el análisis. Para mí, la función se centra en transmitir los recorridos teóricos y sus entretejidos por diversas lecturas, autores y disciplinas, para abrir a los estudiantes dimensiones múltiples y abiertas a las posibles imbricaciones, asociaciones, reverberancias y relaciones con el contexto actual. Estoy convencida que la enseñanza que forma a cualquier alumno tiene que ver con una transmisión que muestre el amor al trabajo y con el respeto al dolor humano. El rol del alumno, me parece que debe ser receptivo y paciente, solo por momentos teóricos iniciales, pero también se promueve desde un comienzo incitarlos a la participación activa, analítica, creativa e inédita. Los alumnos cuando se encuentran con hallazgos, comienzan a producir desde su singularidad. La pasión por transmitir y por construir deviene en deseo y entusiasmo generalizado. El rol del estudiante es compromiso académico para dedicar tiempo a las lecturas, al estudio y al análisis de textos. Producción de ensayos que pongan a prueba la articulación de temas de manera interdisciplinaria, la argumentación y la creatividad. Que el alumno pueda aprender a relacionar contextos actuales.
PARA Mí LA DOCENCIA ES UNA EXPERIENCIA HUMANA PLACENTERA, VIVIFICANTE Y EXPANSIVA. ES UNA VOCACIóN, UNA PASIóN QUE SE NUTRE DE LO INTELECTUAL Y DEL CONTACTO CON LOS ALUMNOS. EL INTERéS, LA ATENCIóN, LA DEDICACIóN, EL COMPROMISO Y EL SENTIDO DEL HUMOR SON UNA PARTE ESENCIAL DE LA PASIóN QUE ME TRANSMITEN LOS JóVENES Y VICEVERSA.
"Docente"
¿Cuáles son los resultados alcanzados por tus estudiantes a partir de tu experiencia?
Los alumnos sirviéndose de las lecturas en clase y del recorrido por las nociones teóricas, así como de los diversos autores que se trabajan en el semestre y los problemas de la subjetividad: reflexionan, analizan y cuestionan los contextos humanos en múltiples esferas culturales. Descubren formas inéditas de entender al sujeto y el mundo circundante. La problematización apunta a relativizar la realidad, la verdad y la normalidad. Los alumnos se enfrentan a descubrimientos y caídas de certezas anteriormente no cuestionadas y, de esa manera, comienzan a desarrollar un pensamiento crítico y hermenéutico. Creo que uno de los hallazgos esenciales que ellos tienen, consiste en descubrir que no se trata de obtener respuestas a sus dudas iniciales, sino de saber hacerse preguntas y encontrar por sí mismos soluciones provisionales no solo durante los planteamientos del semestre, sino como una estructura para enfrentarse a los problemas el resto de la vida. Lo anterior, los empodera, pues fortalecen y validan la confianza en sus propias capacidades. Las incidencias de lo anterior, promueve que los alumnos reafirmen o modifiquen certezas antes no cuestionadas, tanto en lo singular, como en lo colectivo-social-político. Me parece que tales efectos son valorados como novedades valiosas para lo personal, lo profesional e incluso lo laboral. Para todo ser humano, es fundamental adquirir un aprendizaje integral. La dedicación intelectual que refleja el camino andado de un docente, lo agradece quien está a la espera de ser sorprendido por 'algo' nuevo e interesante, pero no sirve de mucho si esa transmisión no va acompañada por la pasión, el amor, el respeto y un trato digno hacia el alumno. No hay un verdadero desarrollo humanista si no se comienza por aprender que hacerse preguntas y asumir el desconocimiento es lo que pavimenta el camino amoroso hacia los saberes, y que, uno de los saberes más complejos es hacer lazo con el 'otro', ya sea para buscar y encontrar respuestas, ya sea para compartir hallazgos y/o desconocimientos, o para festejar logros; el otro es indispensable para semejante empresa académica-humana. Desde mi experiencia como docente, estoy segura de que si todo lo anterior es genuino por parte del maestro/a, los alumnos tendrán resonancias de nuestras voces y se llevarán marcas muy particulares que los acompañarán el resto de la vida. Hablo desde mi propia experiencia con las voces que me marcaron y siguen conmigo. La pasión por compartir y hacerse acompañar por un otro tiene que ser verdadera, esa es la esencia para que algo sea creíble y deseable.
"NOS TRATABA COMO SERES HUMANOS, NUNCA TONTEABA A NADIE A PESAR DE HACER PREGUNTAS OBVIAS.
"Estudiante"
¿Cuáles son los logros y nuevos retos que te plantea la reflexión sobre tu experiencia docente significativa?
El reconocimiento es necesario porque permite al docente ratificar un camino y tener brújula en lo futuro. Es importante saber que el trabajo entusiasma a los alumnos. Esto confirma, afianza y enorgullece al docente en su quehacer pues, en lo personal, resulta que la vocación es muy divertida y sumamente enriquecedora. Es una conquista amar el trabajo que se desempeña, ya que acaba siendo una labor que se resignifica de un modo muy afortunado. Una de las lecciones, que sigue abierta para mí, es entender que solo con el compromiso continúo hacia la formación profesional, la eticidad, el trato respetuoso del docente hacia los alumnos y la generosidad en la transmisión, se logra causar algún efecto positivo en los alumnos y también en el docente. Esa es la mayor conquista. La gratitud, el cariño y el respeto en la relación alumno-docente me resulta profunda y conmovedora. Los retos son tanto humanos como académicos, y con cada semestre y grupo hay un comienzo, hasta cierto punto, impredecible. Los conocimientos son caminos por hacer-se o por hacer-nos. Estos, deben actualizarse, y si bien, por un lado hay un recorrido teórico muy singular apegado a cierta tradición académica, por otro lado es indispensable que el docente esté abierto a actualizaciones tecnológicas y que sus reflexiones aterricen en problemas de actualidad tanto profesional, como social. Las dificultades varían entre un grupo y otro; entre un alumno y otro; entre los semestres y las edades; entre los retos que plantea un tema o un autor, pero ninguna de esas dificultades ha sido tal como para perder la motivación (mía y/o del grupo). Si hay impasses, alguna tensión o dificultad, generalmente es teórica, y tiene solución. Considero un privilegio que el docente ame su trabajo y poder compartirlo todo el tiempo. El desafío es constante, cada semestre es enfrentarse a nuevas miradas, diversas expectativas e intereses variados. Si muchos de mis alumnos me han considerado una voz que ha valido la pena escuchar, me alegra y enorgullece, pero al mismo tiempo dicha valoración exige implícita y explícitamente la responsabilidad de sostener dicha voz en lo que esté por venir de manera significativa.
¿Qué elementos de tu experiencia podrían ser replicables o transferibles en otros contextos (asignaturas, programas académicos)?
Más allá de lo que he expuesto anteriormente, no encuentro de manera objetiva otro/s intrumento/s o método docente para poder hacer replicable la enseñanza. Ciertamente hay una estructura desde el plan de estudios y en los métodos de evaluación, así como en la transmisión y en el aprendizaje (lo expuesto en las respuestas anteriores). Creo que en muy buena medida, la valoración favorable de mis alumnos se debe a que las asignaturas que imparto corresponden a mi formación: de esa manera puedo integrar, relacionar, analizar, establecer nexos y diferencias entre la filosofía, el psicoanálisis y mi experiencia clínica. Y, aunque las asignaturas las hace cada profesor, lo ideal es que cada docente pudiese transmitir un trabajo en el que se ha (in)formado durante años y no a la inversa, en el profesor tenga que preparar una serie de temas que no domina o que no le apasionan para informar acerca de una materia. También es útil escuchar a ciertos docentes pues, desde mi experiencia, la verdadera transmisión se aprehende de un modo que no pasa todo por lo conceptual. Hay algo que solo puede apropiarse a través de la mirada y la escucha de manera presencial, directa, subjetiva y subjetivante, y que va más allá de lo comprensible-objetivo. Lo que se puede replicar esencialmente, no se adquiere de manera tangible o explicable. Del maestro se aprende internalizando en el día a día, con el contacto personal humanista, y a través del sentido del humor. Hablo desde mi experiencia frente a esos maestros que me formaron.
¿Qué se requiere para poder replicar o transferir tu experiencia en otros contextos?
Los elementos que requiero son sucintos y sencillos: salón, pizarrón siempre, plumón y borrador, proyector e Internet (intermitentemente los alumnos buscan algo que se me ocurre durante la clase, mientras sigo exponiendo). También es fundamental que los alumnos hayan leído y abran la clase con preguntas. Dichas preguntas me sirven para comenzar a desarrollar el tema en cuestión. De manera personal-profesional-académica es indispensable la lectura, la consulta de libros, el acceso a libros de arte y las imágenes de las obras que se analizan en las clases, en la última parte del semestre. Requiero siempre del compromiso y la participación en clase. Es necesario, por ejemplo, que mis alumnos vean en el fin de semana acordado la película en su casa para analizarla juntos y extraer el mejor análisis posible de los elementos y nociones filosóficas, psicológicas y plásticas que estemos trabajando. Es indispensable el internet para que los alumnos puedan descargar libros, artículos, ensayos que se encuentran en PDF Cables, adaptador y computadora portátil siempre en la última parte del semestre, para mis exposiciones y las de los alumnos. Soy una maestra antigua aunque no demasiado vieja. Mi forma de transmitir es oral, con plumón. Intercambiando preguntas. Escuchando dudas. Haciendo alguna referencia personal en algún tema. Utilizando el sentido del humor o haciendo un mal chiste, lo cual les da gracia. Creo que este último, el humor, es un instrumento mayor para aprender, distender, divertirse y hacer lazo con los alumnos. Como dice Molière, las verdades entran por la boca, cuando uno la abre para reírse.
Desde tu expertise docente, ¿Qué podrías compartir con otros profesores para la mejora de sus prácticas?
Creo que cada profesor tiene una personalidad, una formación, una experiencia docente e incluso una intuición que le va marcando, qué le da buenos resultados y qué no. El aburrimiento, o la atención y el interés son signos inequívocos de qué es lo que funciona con los alumnos. Como he mencionado anteriormente, elaborar un temario y tener un plan de trabajo preestablecido, no improvisado y que contenga temas relevantes para el profesor es, a mi modo de ver, la primera condición para que la transmisión cause interés en los demás, pues el profesor estará hablando no solo de lo que sabe, sino de lo que le entusiasma. Los alumnos agradecen mucho escuchar que un profesor hable de algo que sabe y le apasiona, aunque no estén de acuerdo necesariamente con el contenido. Otra cosa es la claridad, comenzar por esa auto exigencia como docentes es un factor que permite al alumno comprender. Mi responsabilidad es hablar de lo que sé, sin condescendencias, de tal modo que cualquier persona pueda entender la teoría que estoy exponiendo sin sacrificar la dificultad de ésta. Si no pueden entender, es que seguramente yo no lo tengo totalmente claro, ni lo suficientemente trabajado. Este ha sido un ejercicio fundamental. Me exijo hablar de temas complejos a mis alumnos, siendo clara y apostando a que ellos lo van a entender, y sí resulta. Confío en el poder de la repetición para la ayuda de una enseñanza-aprendizaje que haga tejido. No me parece fértil para los alumnos revisar conceptos diseccionados que no se integren o articulen con los siguientes conocimientos adquiridos. Me gusta entramar, para que haya, en la medida de lo posible, continuidad con diferencias en el recorrido por distintas ideas. Se trata de una aspiración integral entre ciertos elementos teóricos y determinados autores. Mi filosofía es el respeto. La ironía o cierto grado de sarcasmo creo que ayuda a un posicionamiento ideológico del docente, pero estoy en contra de hacer uso de lo anterior para humillar, devaluar o criticar intelectual o personalmente a un alumno. El ambiente debe ser cálido, amigable y ambicioso académicamente. Nunca devalúo una creencia, ideología o forma de ser de los alumnos, pero sí desarrollamos un pensamiento crítico al interior de cualquier política, sociedad, posicionamiento subjetivo, etc.
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