El estudiante como centro de mi experiencia docente

En licenciatura tengo alumnos de segundo semestre, tienen alrededor de 19 o 20 años, sin materias teóricas previas, apenas en etapa de maduración del pensamiento crítico, y con pocos antecedentes de escritura. En maestría mis dos clases son tanto de una materia optativa de contenidos especializados en periodismo con enfoque teórico, como de una materia obligatoria de contenidos generales, también teórica. Los alumnos son de diversos perfiles disciplinares. En doctorado soy la profesora de seminario de investigación que los acompaña en diversas etapas de su tesis, y además, también imparto un seminario teórico especializado en estudios sobre periodismo a tesistas enfocados en ese sector que requieren contenidos muy especializados y profundos. He tenido alumnos desde 18 años hasta los 45 años, y grupos grandes, medianos y pequeños. Salones grandes y salones "salchicha". He tenido que adaptarme a todo. Considero que el tener oportunidad de impartir clase en tres programas tan distintos, con perfiles y edades diversas, me ha ayudado a identificar áreas en las que todos los alumnos necesitan ayuda: no importando el nivel de estudios o experiencia previa, todos los alumnos requieren sentirse cómodos y en control de la situación en el aula, o seguros que la profesora estará ahí para ayudarles a alcanzar su meta, que sientan que están aprendiendo y que su aprendizaje es el centro del proceso. A todos los alumnos les interesa obtener ejemplos concretos y de aplicación real. Todos buscan apropiarse y aprehender desde su perspectiva y áreas de interés, y las clases deben ser lo suficientemente generales para ser interesantes para todos.

Respecto de mis materias teóricas tanto en licenciatura como en posgrado, considero que mis experiencias docentes exitosas consisten en qué centro la experiencia en el vínculo entre lo abstracto y lo concreto, la teoría y la realidad. Me gusta empezar discutiendo ejemplos reales e insertarlos en un debate contemporáneo, a partir de una diversa gama de productos mediáticos: redes sociales, videos, carteles, música, película, caso, etc., para de ahí derivar y deducir la teoría. Es decir, suponer los planteamientos centrales del tema. Tengo un sitio web, www.teorias1ibero.org, en el que subo todos los materiales, tareas, presentaciones y recursos didácticos, así como los ejemplos de videos vistos en clase y el material de apoyo. El sitio podrá ser rudimentario, pero los alumnos año tras año me dicen que lo consultan aún después del semestre porque lo siguen encontrando útil para guiarse. A partir de ejemplos concretos, les muestro que ellos ya poseen opiniones y argumentos sobre un tema. No me interesa que memoricen fechas ni autores, me interesa que aprendan a ver y predecir los múltiples ángulos de un tema. Todos podemos desarrollar una opinión fácilmente, pero no necesariamente madurar un argumento ni una postura fundamentada. Con la ayuda de ejemplos y las lecturas previas, empiezo a preguntar qué diría tal o cuál autor o enfoque teórico sobre los ejemplos abordados. Mis clases son muy dinámicas e intercalan mi exposición, siempre en fragmentos y no mayor a cinco minutos, con alguna lectura o tarea en casa, con muchos ejemplos, y con participación permanente de los alumnos. Mis presentaciones tienen muchas flechas y conceptos clave subrayados. Les muestro que es más importante entender los argumentos generales de una teoría o autor y la forma en que otro refutaría. Es decir, les enseño a pensar de forma sistemática para complejizar y problematizar de forma crítica. Siempre los estoy retando a que vean el mundo desde la perspectiva contraria. Cuido el ritmo de las clases, procuro que haya tareas cada cinco sesiones y que quede claro todo el tiempo por qué estamos estudiando algo y en qué dirección vamos. En mi experiencia, los alumnos aprenden mejor cuando saben cuál es la meta y los pasos para llegar a ella. Por ejemplo, en licenciatura, para facilitar el aprendizaje planteo una pregunta general: ¿manipulan los medios? Les muestro que al principio todo tenemos una respuesta simple a esa pregunta. Conforme avanza el curso, los enfoques teóricos nos dan insumos para responder esa pregunta de distinta manera, y ellos mismos son capaces de clasificar las distintas perspectivas cuando tenemos una pregunta base y común sobre la cual partir. No aprenden teoría per se, aprenden teoría para contestar preguntas relevantes y socialmente pertinentes. Los ejemplos que usamos en clase son muy diversos y ayudan a debatir. Procuro también variar las tareas y exposiciones. Respecto del doctorado, en los seminarios de investigación y metodología soy estructurada y me gusta contagiarles el gusto por la sistematización y la estructura para que tengan claridad sobre su propio proceso y ruta. No sólo hago que expongan sus avances para darles retroalimentación a sus proyectos, como lo haría cualquier seminario, sino que me doy a la tarea de analizar las tesis y literatura académica que ya existe. Con eso se muestran ejemplos de buenas prácticas a emular, y de malas prácticas a evitar. He notado que aprenden mucho de ver otros ejemplos y ellos solos los extrapolan a sus casos y ejemplos. En este nivel los alumnos aprenden mejor de los ejemplos ajenos. También me gusta asesorarlos y prepararlos para la vida académica, para el incierto mundo laboral y para visualizar su futuro cuando sean ya doctores. ¿Con quién quieren dialogar? ¿Quiénes quieren que sean sus colegas? A partir de ahí es que deben orientar las conferencias a las que asisten, o las publicaciones en puerta. Estos alumnos tienden a preocuparse sólo por su tesis y tema y perder la visión más general de las cosas. Al final siempre terminan muy agradecidos de que mis estrategias didácticas los ayudan a ubicarse en el contexto general. Incluso de sus tesis, pues me gusta hacerles énfasis en cómo va a lucir la tesis terminada, y si la pregunta que plantean se puede dividir en pequeños capítulos y sub-argumentos. Les doy muchas posibilidades de acción y los pros y contras de todo. Los noto muy contentos y agradecidos con esas clases. Trato de ser empática con sus necesidades y explico cosas que rara vez discuten en clase: la estructura de la tesis, la importancia de los capítulos y secciones, etc., y qué son y cómo se hacen los elementos claves de las mismas, como estado del arte, marco teórico, capítulo metodológico, etc. A veces las cosas obvias no se las explica nadie. Yo misma he generado ejemplos de estructuras que les sirvan de guía. Finalmente, para todos los niveles y materias soy una profesora muy clara y precisa en la manera de evaluar. Varío el formato de evaluación: ensayos, presentaciones, trabajos dinámicos, videos, etc. Les doy rúbrica precisa de los aspectos a evaluar, las preguntas del ensayo o trabajo final, e incluso, ejemplos de cómo estructurar los trabajos y entregas. Nunca evalúo temas no explorados. Mis alumnos siempre tienen claridad de lo que pido y busco de ellos. Incluiré ejemplos de formas en que evalúo, así como rúbricas que combinan forma con fondo.

Alumnos de licenciatura, primer año: desarrollo de pensamiento crítico, más sofisticado y complejo. Desarrollo de habilidades para el debate, para la tolerancia y desarrollo empático con la perspectiva del otro. Aprender a que no hay absolutos y a convertir opiniones en argumentos. Estas son competencias sumamente necesarias en los comunicólogos, ya que deben estar un paso más allá del sentido común y de la persona promedio. Aplicación de conocimientos teóricos a ejemplos y casos concretos. Pronto se dan cuenta que las diversas teorías no son disertaciones abstractas de lo inalcanzable, son formas sofisticadas de explicar el mundo social y sus fenómenos. Alumnos de maestría: visión más panorámica de diversos enfoques teóricos y metodológicos para que se ubiquen conceptual y epistemológicamente. Se intenta que egresen como Maestros en Comunicación con conocimientos mínimos de todo el campo para ejercer la docencia y la investigación, pero a la vez especialistas y conocedores de los debates más recientes en la literatura académica especializada. Capacidad para ubicar problemas, lagunas y fortalezas, capaces de visualizar los panoramas generales de los fenómenos y la especificidad de objetos concretos. Alumnos de doctorado: estudiantes más seguros de sí mismos y competentes en la investigación, la lectura estratégica de textos, el manejo eficiente de tiempo y recursos, la identificación de lagunas teóricas y metodológicas en la literatura y la identificación de tareas específicas para conseguir metas. Aprenden en mis clases a ponerse pequeñas metas para no abrumarse con las grandes tareas (capítulos), y fundamentalmente a perder el miedo y entender el proceso de la investigación doctoral, que puede a llegar a ser solitario.

Creo que mis logros han sido evitar el protagonismo de mi persona. No quiero que recuerden mi cara ni mi nombre, quiero que recuerden mis clases y sus contenidos y las reflexiones que ahí se derivan. Mi mayor logro es tener el cálculo preciso de cuánto me lleva una lección y una actividad, ser capaz de mantener siempre el ritmo y vaticinar los ejes de éxito de una clase. Nunca me faltan ni me sobran clases, ni lecturas y ejercicios. Hasta ahora todo ha fluido como quiero. Mi mayor aprendizaje es que aprendo mucho de los estudiantes y que en cada experiencia individual veo infinitas posibilidades de explorar, trascender y mejorar el programa y los contenidos. Los retos que tengo son el de mantener y garantizar una docencia de calidad, eje medular de mi quehacer, ante cargas de trabajo administrativas tan pesadas en mi gestión como coordinadora de un posgrado con PNPC. Mantener el SNI 2, tantos proyectos de investigación y tantas tesis de grado me está dificultando darle la atención personalizada a cada alumno como solía hacerlo. Cada vez tengo menos tiempo para preparar clases y para evaluar. Otro reto es encontrar material audiovisual de la duración y calidad exactos para intercalar con explicaciones y participaciones, en idioma español y libre de derechos reservados. He tenido que aprender algo de diseño, algo de edición de audio, y en algunos casos, hasta poner yo misma las traducciones a los videos que uso en clase. Debo también encontrar material que complemente las teorías y las ejemplifique, y además que me sirva para varios temas. Otro reto es re-diseñar y actualizar mi sitio docente en WIX para incorporar los contenidos del doctorado y además para adaptarlo a versión de móvil.