Docencia significativa

En su mayor parte, las materias se dirigen a alumnos de la maestría en Nutriología Aplicada, quienes en general son médicos, nutriólogos y psicólogos. Estos alumnos inician la maestría tras haber cursado la especialidad en obesidad y comorbilidades o la especialidad en nutrición gerontológica. Ello implica que vienen de un enfoque clínico, centrado en el individuo y, al iniciar la maestría, se encuentran con un enfoque de nutrición comunitaria. Ello genera un choque que debe manejarse con motivación y vincular el nuevo material a su práctica profesional previa. Estas materias se organizan para abrir el panorama de, cómo enfoques comunitarios contribuyen a mejorar la salud y la nutrición de la población. Apoyan en la confrontación de los alumnos a las realidades de los grupos vulnerables del país y a los retos que nos enfrentamos para mejorar su bienestar. Dado que este no es el esquema tradicional de pensamiento y formación previa de los alumnos, la transmisión de conocimiento debe ser activa, significativa y utilizando técnicas pedagógicas que promuevan la introyección de los nuevos lentes conceptuales y herramientas teóricas. Los alumnos necesitan darle sentido a las mismas. Hay cuatro aspectos que considero benefician este proceso: 1) Una sólida transmisión de conocimientos teóricos, basada en un temario estructurado por sesión y con objetivos claros. Una preparación puntual del profesor clase a clase. Libros de texto de vanguardia que permitan apoyar al alumno y corresponsabilizarlo de su proceso de aprendizaje. 2) Ejemplificación del valor del material teórico aprendido. Ello, puede lograrse mediante ejemplos de la experiencia del profesor (o de invitados), herramientas tecnológicas (blogs, TedTalks) y visitas a campo (aunque esto no siempre es factible por la dinámica de alumnos de maestría que trabajan y no todos residen en la CDMX de forma permanente). 3) Puesta en práctica de lo aprendido. Aunque lo ideal sería hacerlo en la vida real esto es difícil por implicaciones de tiempo y logística; pero el uso de casos de estudio es sumamente útil. Exige a los alumnos practicar el uso del material teórico aprendido y resolver los retos vinculados a un evento que de facto sucedió. Por último, hay materias -como bioestadística en la que la práctica se puede adquirir mediante el uso de bases de datos de México en laboratorios, ello implica promover el uso de softwares y la resolución de retos puntuales. 4) Evaluaciones constantes mediante diversas herramientas para respetar los distintos procesos de aprendizaje. La evaluación constante mediante Kahoot, ensayos, blogs, exámenes de opción múltiple en brightspace, presentaciones en clase, etc. Esto obliga al alumno a corresponsabilizarse activamente en el proceso de aprendizaje y ayuda al docente a medir el nivel de introyección del material y las áreas de oportunidad del grupo.

Dentro de las características que fueron reconocidas creo que se pueden agrupar en tres: experiencia y conocimiento en las materias, fomentar el pensamiento crítico y utilización de métodos variados y significativos de aprendizaje, incluyendo aplicación de los conocimientos teóricos en la práctica, organización de talleres, uso de ejemplos. A continuación, detallo algunos elementos que considero relevantes de cada uno de estos. La experiencia en investigación aplicada ha sido un motor clave en las experiencias docentes en el aula. Ello se debe a que los alumnos se motivan cuando algunos de los documentos de aprendizaje utilizados han sido escritos por el profesor. De manera más importante la experiencia y el conocimiento generado a partir de la investigación permite llenar de ejemplos prácticos la clase. Cito un caso concreto. Una de las investigaciones en las que he trabajado durante los últimos tres años gira en torno a intervenciones de autocuidado de la diabetes en pacientes de clínicas de Seguro Popular de la CDMX. Este proyecto se ha hecho en conjunto con la Universidad de Yale y está basado en numerosas técnicas y materiales innovadores. Algunas de éstas se estudian teóricamente en la clase de Comunicación en Salud, por ello, llevo los materiales físicamente y expongo cómo se han usado, cómo se vinculan con la teoría y los beneficios que ha tenido para una población vulnerable. Luego los invito a pensar cómo podrían adaptarlo en sus prácticas profesionales actuales. De hecho, este ejemplo particular conllevó a que un alumno hiciera su tesis en torno a este programa. De igual forma, algo que he notado que motiva a los alumnos es que les comparta experiencias internacionales, de trabajo profesional. Cito un caso puntual. Previo a mi trabajo en la Ibero tuve la oportunidad de colaborar en una evaluación participativa en Burkina Faso. Cuando expongo el tema teórico de evaluación participativa en la materia de Evaluación de Programas en Salud, uso este ejemplo para identificar sus beneficios y sus dificultades. Comparto material y vivencias que le dan significado. Creo que estas experiencias subrayan la importancia del binomio investigación-docencia. Creo que nuestra sociedad demanda individuos con pensamiento crítico, también considero que en el sistema tradicional en los que han estudiado muchos de los alumnos que llegan a la Ibero, el pensamiento crítico no ha sido cultivado. Por ello, en todas las materias que imparto lo fomento de distintas formas. Por ejemplo, para los profesionales de la salud una forma constante de actualización del conocimiento es la lectura de manuscritos científicos. Pero estos deben leerse críticamente ¿es correcto el diseño de investigación?, ¿para qué poblaciones es generalizable?, ¿los métodos cualitativos o cuantitativos de análisis son los adecuados?, éstas entre muchas otras preguntas. Para ello los alumnos presentan la revisión de manuscritos desde una perspectiva crítica y de fomento a la discusión. Un ejemplo del valor que los alumnos le dan a esta práctica queda expuesto en el siguiente comentario de un alumno: "ahora ya leo la sección de métodos y resultados, la entiendo y puedo evaluar si las conclusiones son correctas". Otra herramienta utilizada son ensayos de temas/casos específicos en los que deben emplear el conocimiento científico-teórico, pero para construir sus propios argumentos y conclusiones. Este es un ejercicio que estimula distintos procesos: comprensión de material teórico, capacidad de síntesis, construcción y sustento de argumentos, capacidad de expresión, etc. Todos elementos fundamentales del pensamiento crítico. Un ejemplo puntual de esta herramienta fue utilizado recientemente en la materia de Comunicación en Salud, en donde se les pidió a los alumnos que mediante un ensayo de no más de 1,000 palabras explicaran a través de la teoría social cognitiva por qué la gente no se vacuna de la influenza y, derivado de ello, qué se aprende sobre cómo hacer una intervención que mejore las tasas de vacunación. Otra estrategia utilizada es la resolución de casos prácticos en equipos. Aquí el pensamiento crítico es necesario para abordar los problemas, así como para trabajar con otros y poder llegar a acuerdos de lo que representa el argumento o solución conjunta. Un ejemplo concreto son los casos de estudios utilizados en la materia electiva de ciencia de la implementación, en donde se plantean casos reales en los que se llegó a una instrumentación adecuada o muy limitada. Aquí los alumnos deben identificar qué facilitó y qué obstaculizó la puesta en marcha exitosa de programas sociales en salud y nutrición. Estos casos son actuales y se obtienen del Global Delivery Initiative. En torno a los métodos de aprendizaje considero que los profesores necesitamos reinventarnos constantemente, mostrar empatía por el entorno de aprendizaje del alumno y con los retos contextuales para hacer significativa la materia. Ello me ha inspirado a utilizar distintas técnicas docentes de las cuales algunas funcionan y otras nos dan experiencias que sugieren que no deben replicarse. Menciono algunas de las que considero exitosas. En la materia de Evaluación de Programas en Salud he llevado a cabo dos prácticas que considero aportan a el aprendizaje significativo y al uso del material teórico. Primero, llevar a los alumnos a hacer una evaluación (con un "cliente" y en un contexto específico). Por ejemplo, años atrás trabajamos en el Museo Papalote del Niño en una evaluación formativa del estado nutricional de los niños que visitan el museo y, por ello, qué tipo de exposiciones podrían beneficiar para promover una cultura de "salud". Este fue un insumo importante para el museo en sus acciones posteriores de remodelación. La segunda práctica a la que quiero hacer referencia es exponer a los alumnos a las evaluaciones en programas de salud y nutrición que hace CONEVAL. Identificar cómo son, para qué servirían y si han conducido a modificaciones de los programas. Otros métodos de aprendizaje que considero han sido útiles para los alumnos son los talleres de análisis estadísticos aplicados, usando bases de datos en salud y nutrición y enfocados a la resolución práctica de problemas. De igual modo, vincular el curso con TedTalks y cursos/talleres ya existentes en la red. Lograr los puntos anteriores requiere una inversión sustantiva en la planeación y diseño de los cursos y los materiales. Igualmente, requiere de apoyos como salones de cómputo, aulas que fomenten el aprendizaje activo, asistentes de docencia, entre otros. Creo que el rol del docente debe ser para ello de gran compromiso y motivación.

Hay dos formas en las que se pueden observar los resultados de los estudiantes: la primera, su trayectoria durante el grado académico que están estudiando y, la segunda, la trayectoria de los alumnos una vez que egresan de la Ibero. Respecto a la primera, es muy satisfactorio ver el proceso de aprendizaje y maduración de los alumnos de un semestre a otro. Por ejemplo, cuando los alumnos toman en el primer semestre de la maestría la materia de bioestadística y epidemiología difícilmente pueden hacer sentido de cómo se vincula la estadística a su práctica profesional. Cuando estos mismos alumnos toman la materia de evaluación de programas en el segundo semestre es fabuloso ver cómo han integrado conocimientos estadísticos y son capaces de utilizarlos en temas de salud y nutrición comunitaria. En torno al segundo punto, las trayectorias de los alumnos una vez que egresan pueden subrayar el aprendizaje en materias concretas. Por ejemplo, en pláticas con exalumnos de la maestría, la Coordinadora me ha retroalimentado que la materia de bioestadística y epidemiología deja una herramienta útil a los alumnos. Parte del éxito de ello, se debe al establecimiento de un taller que le ofrece la oportunidad al alumno de practicar lo aprendido teóricamente. Quiero referirme a la trayectoria de algunos alumnos que encuentro particularmente significativas: 1. Annel: a quien las materias de Epidemiología y Bioestadística y de Evaluación de Programas en Salud determinaron su interés en la salud poblacional. Actualmente trabaja en un centro de investigación y lleva a cabo programas a favor de la salud de grupos vulnerables, como pacientes diabéticos de bajos recursos y migrantes. Ella planea hacer un doctorado en salud pública en el futuro para seguir avanzando la salud de los más desfavorecidos. Este es un ejemplo de cómo las materias fomentan el desarrollo integral humanista y magnifican el rol de nuestros egresados en el impacto social. 2. Mariana: fue alumna de la licenciatura de nutrición y participó en un proyecto deservicio social vinculado con adultos mayores en la CDMX. A través de estas materias Mariana tomó la decisión de dedicarse a la nutrición clínica pero enfocada a problemas como diabetes y gerontología, y considerando los retos de la nutrición en grupos vulnerables. Mariana es educadora en diabetes. Trabajó como nutrióloga en un programa de manejo de la diabetes en centros comunitarios del INAPM. Actualmente cursa la maestría en nutrición clínica en la Universidad de Texas. Su trayectoria ilustra excelencia académica y compromiso social. 3. Carlos: durante la maestría en nutriología aplicada él establece que la materia de Evaluación de Programas en Salud le cambió el rumbo, ya que comprendió cómo utilizar su formación de médico para ver los problemas desde una perspectiva social. Carlos llevó a cabo su tesis de maestría conmigo. Estudiamos cómo los ambientes desfavorables durante la niñez pueden conllevar a una reprogramación genética que aumenta el riesgo de obesidad en edad adulta. Este trabajo está actualmente en revisión en una revista internacional de alto impacto. Él revela que ello le ayudo a madurar sus conocimientos para despegar profesionalmente en una empresa farmacéutica, lo cual ejemplifica la utilidad de lo aprendido en el campo laboral Estas son sólo algunas de las trayectorias que podría citar, son diversas en rumbo y anotan a un proceso favorable del rol docente en la formación de alumnos que se transformen en motores de cambio para el país.

Desde mi punto de vista, mi experiencia docente se asocia con cuatro logros fundamentales: a través de la experiencia docente cambiar o lograr una apertura en la visión de los alumnos sobre la realidad de México y los retos del mundo, la relevancia de ser profesionales de la salud bien formados técnica y éticamente, la importancia de una visión crítica de las cosas (desde un manuscrito científico hasta un caso clínico) y el desarrollo de empatía hacia la situación de los demás (sea dentro o fuera del aula). Contribuir en la mejora del nivel de la maestría, tanto desde una perspectiva de rendimiento académico y desarrollo del pensamiento crítico, como a través del desarrollo de habilidades prácticas de trabajo en equipo y la resolución de conflictos o problemas. Asimismo, fomentar la independencia y autonomía en el proceso de aprendizaje y motivar la curiosidad. Motivar el aprendizaje activo y significativo, trazando puentes entre lo teórico y lo práctico y usando recursos acordes al punto de partida de los alumnos. Y, por último, mantener la motivación, hacer de la práctica docente una actividad profesional en donde nos demos la oportunidad de crecer, aprender y divertirnos, así como de vincularla con el desarrollo de la investigación y la generación social del conocimiento científico. Estos logros se vinculan con desafíos constantes que puedo agrupar en cinco áreas. En primer lugar, hay alumnos que tienen una baja motivación para arropar un enfoque humanista y con impacto social, estos alumnos suelen llegar a los programas con el fin único de obtener un título. Cualquier cosa que les suponga salirse de su área de confort o un esfuerzo adicional la ven como un problema. En segundo plano, otro desafío significativo son las carencias formativas que algunos alumnos tienen previo al ingreso a la Ibero. En tercer lugar, los alumnos actualmente viven en una cultura vinculada a la inmediatez, lo cual genera que deseen aprender de forma rápida. Esto no es siempre posible y obliga a un diálogo constante. Vinculado a algunos de los puntos previos, un cuarto elemento es la baja tolerancia a la frustración. Un proceso significativo de aprendizaje conlleva equivocaciones y retos, para algunos alumnos esto es un desafío. Por último, hay alumnos que vienen de procesos formativos en donde han tendido siempre un rol pasivo en el proceso de aprendizaje. Ello genera resistencia a un enfoque más activo y participativo. Estos cinco desafíos se vuelven áreas de oportunidad en las cuales se debe trabajar de forma constante y cuando se logran modificar ¡Es una gran satisfacción personal! De igual forma, en mi experiencia docente en la Ibero observo algunas dificultades que las defino como barreras impuestas por el entorno social o institucional. Considero que la carga docente a veces limita la creatividad del profesor e impone importantes restricciones de tiempo para la generación de materiales y preparación de clases. Asimismo, cuando se quiere transformar el proceso de evaluación en una herramienta constante de apoyo al aprendizaje, la carga de calificar se vuelve en algo estresante, ya que no se cuentan con apoyos institucionales para esta labor (como ocurre en otras instituciones educativas en las que he trabajado previamente). En otro ámbito, creo que la Ibero necesita modificar los espacios docentes (i.e. aulas) para fomentar el aprendizaje activo, el trabajo en equipo, etc. Los salones del edificio "R" son un buen ejemplo del tipo de espacios que serían deseables. En paralelo, creo que no siempre se cuentan con los recursos materiales (i.e. transporte, seguros) o de tiempo para sacar a los alumnos de las aulas y llevarlos a transferir el conocimiento o el proceso de aprendizaje a la realidad. Por último, la inseguridad del país también limita nuestras experiencias docentes fuera del aula.