Comunicación

Realmente desarrollo las materias, por decirlo de una manera, en un contexto teórico práctico, en donde la práctica se lleva el 80% de la signatura, por un 20% de teoría. Por lo tanto, los alumnos deben de ser muy participativos, no hay manera que en mi clase haya alumnos "pasivos" o dispersos. Los ejercicios que propongo en el aula son bastos y variados aprendidos por mi persona en cursos de actuación, dirección escénica, danza, coreografía y expresión corporal. Los alumnos ideales para mi propuesta en aula son aquellos que por alguna razón experimentan una actitud introvertida o penosa, estos alumnos se enfrentan a ejercicios que necesariamente no sólo los hace expresarse verbalmente en los diferentes escenarios en los que se desenvuelven, sino que comienzan a comprender cómo el lenguaje no verbal los define como seres de interacción a todos los niveles: social, familiar, profesional, etc. En contraparte, los alumnos que son más extrovertidos y que tienen menos temor en comunicar sus ideas en escenarios diversos pueden, en esta propuesta, no sólo perfeccionar su comunicación escénica, sino que logran comprender un buen número de estrategias que los harán tener, junto con los primeros alumnos descritos en estas líneas, una comunicación mucho más asertiva. Todos y cada uno de los ejercicios prácticos del curso enfrenta al alumno a sus temores y le da herramientas para vencerlos.

Una vez que te das cuenta que tienes que enfrentar a audiencias en diferentes ámbitos y que no hay marcha atrás, tendrás que emprender un viaje sin retorno a realizar prácticas con la característica "prueba-error". Desde cenas familiares en donde se te pide que dirijas algunas palabras a los presentes, hasta la presentación de tu proyecto a la mesa de inversionistas más importantes de la empresa en donde laboras, los nervios te pueden traicionar. La propuesta de esta experiencia pretende, en un primer plano, vencer los temores de hablar en público, para después entrar a la segunda fase que podríamos denominar como "Reconocimiento de escenarios". La tercera etapa seria darle velocidad a esa detección para que puedas ser más asertivo. La premisa es: el comunicador que reconozca de forma más clara y rápida los escenarios en donde se desenvuelve, tendrá necesariamente una comunicación más asertiva. Si comienzas a practicar realizando ejercicios para darte confianza y perder de manera más frecuente el temor y la pena, y después comienzas a practicar la detección de escenarios, y como resultado, lo comienzas a realizar cada vez más rápido, tus ideas, palabras, incluso tu comunicación no verbal (punto que ampliaré en otra respuesta) darán sin duda "en el blanco", llegaran de forma precisa al receptor. El rol de docente, o por lo menos mi objetivo personal como profesor de estas materias, es crear en el aula un espacio de confianza y respeto entre los participantes. Los alumnos desde el primer día comprenden que no existe en mi propuesta ningún espacio a la mofa de algún compañero a otro, o la risa burlona hacia algún miembro de la clase que le esté costando trabajo estar parado al frente del grupo para realizar algún ejercicio. Desde el primer día de clase el alumno comprende que el objetivo más importante de mi propuesta de compartir las experiencias escénicas con ellos, es divertirse. He comprendido, como alumno y como profesor de diferentes cursos, que en el momento que pasas un buen momento en el aula, te ríes, te diviertes, los canales de aprendizaje "se abren". En pocas palabras, el participante se convierte en el momento de estar pasando un buen rato, en una persona dispuesta a recibir retroalimentación de cómo hacer mejor las cosas, de cómo ser un mejor comunicador de ideas y proyectos. Incluso los "poros creativos" se abren. Al igual que los poros de la piel se abren con el calor, "los poros" de la creatividad se dilatan con el calor del público presente y si este público, esta audiencia es respetuosa, tus comunicados comienzan a ser más claros, incluso puedes convertirte en un comunicador más espontáneo. El apoyo institucional es muy, uno de los puntos más importantes que me hace un docente seguro de impartir mis materias es la libertad de cátedra que otorga la Universidad Iberoamericana. Gracias a esta libertad de cátedra yo puedo cumplir con los objetivos de los cursos que imparto de la maneara que más me guste, dando como resultado, acoplarme a los grupos que cada semestre van pasando frente a mí. Si yo tuviera que impartir mis materias siempre de la misma manera, sin poderme acoplar a la realidad de cada grupo en turno, no crecería como docente y hace mucho hubiera dejado de impartir clase en esta universidad, me sentiría totalmente atrofiado y ni siquiera podría haber aprendido de los alumnos que se inscriben a mis asignaturas. Gracias a la libertad de cátedra voy actualizando mis conceptos en estas materias y sobre todo entendiendo las necesidades actuales de los jóvenes de nuestro país, o por lo menos de muchos de ellos. Aprender de los alumnos es un comentario común entre los profesores: "caray, cómo aprende uno de los alumnos, verdad", comentamos esta frase constantemente entre los docentes de la universidad y es totalmente real. Como profesores, nuestro deber es mantener los cinco sentidos abiertos para percibir todo lo que traen los alumnos al aula. Escucharlos comentar previo a clase todas sus inquietudes, que series están viendo y en qué plataformas, qué sitios de internet son de su preferencia, incluso el lenguaje que utilizan al comentar estos puntos, hacen que independientemente de tu edad, estés actualizado.

Creo que los resultados alcanzados se ven cristalizados en el momento en el que el alumno se da cuenta que el veneno de la comunicación, el veneno de la creatividad, son los "primos hermanos" del temor y la pena. ¿Que estarán en este momento pensando de mí, las personas que están escuchando mis afirmaciones?, ¿por qué esa persona que está presente en mi exposición no ha hecho contacto visual conmigo?, ¿por qué siento que nadie me está poniendo atención? Sin duda el resultado más tangible de mi propuesta, es que los alumnos enfrentan esos dos "enemigos" en casa día de clase. El resultado más emocionante en el curso es que todos los alumnos comienzan a crear una ambiente de respeto y cordialidad, entendiendo perfectamente que hay personas con menos facilidad de expresarse que otras y que con el simple hecho de guardar silencio y aplaudir, la participación del alumno que está al frente se convierte en una experiencia muy positiva.

Sin duda el mayor reto para que mi experiencia como docente siga siendo vigente es actualizarme. Desde que ingrese a la Universidad Iberoamericana como profesor y sentí que los alumnos eran demandantes en terminología y características de lo que es la comunicación humana, comencé a adquirir lecturas actualizadas acerca de la materia que impartía. En lo particular, todo lo aprendido por mí en lo que respecta a la comunicación escénica se dio gracias a mi desarrollo como coreógrafo; fue en la danza y en su escenificación en donde me forje como comunicador. Sin embargo, no era suficiente, las lecturas y el intercambio de ideas con los demás profesores, fue básico.