Colaboración en línea para editar textos literarios

Luis Héctor Inclán Cienfuegos

¿En qué contexto desarrollas tu experiencia?

Es una asignatura que se imparte en primer semestre a las y los estudiantes de la licenciatura en Literatura Latinoamericana. Se trata de jóvenes a quienes considero muy comprometidas y comprometidos con su elección profesional, pues para inscribirse han tenido que enfrentar prejuicios en torno a la carrera ("¿para qué sirve eso?", "¿en qué vas a trabajar?", "¡te vas a morir de hambre!"), e incluso abierto rechazo por parte de familiares y amistades. No obstante este convencimiento, en ellas y ellos no hay mucha claridad tampoco sobre qué hace un profesional de los estudios literarios y el impacto social de un egresado de esa área. Para estas y estos estudiantes de primer semestre, leer literatura es una actividad que les ha proporcionado muchas satisfacciones personales, individuales. El reto es mostrarles que además de esa relevancia en su muy personal dimensión estética, el profesional de los estudios literarios tiene como misión ofrecer su conocimiento y erudición al servicio de otros lectores y muchos otros potenciales lectores, ayudándoles mediante diversas actividades (docencia, edición, difusión en medios, gestión de instituciones) para que se acerquen a las obras literarias y puedan encontrar en ellas las mismas oportunidades de goce estético y reflexión que él o ella tanto valoran. Al mismo tiempo, se espera que en esta materia las y los estudiantes desarrollen habilidades y adquieran conocimientos indispensables para desempeñarse a lo largo de los ocho semestres en que cursarán el programa de licenciatura. Conocimientos y habilidades tales como las normas de citación de la Modern Language Association of America, la recuperación y evaluación de fuentes documentales, el planteamiento de problemas de investigación, las características de un artículo académico propio de los estudios literarios, entre otras. Desde hace ya varios años, en el Departamento de Letras esta asignatura se ha incorporado de manera informal al área de Síntesis y Evaluación, pues sus contenidos resultan de particular relevancia para las materias de ASE I, II y III, en las que se evalúa la capacidad de los estudiantes para redactar un artículo de investigación publicable. Las bases de un producto así se adquieren desde primer semestre en Técnicas de Investigación. Por último, debe considerarse que los conocimientos a adquirir y las competencias a desarrollar en esta materia, la hacen muy propicia para familiarizar a las y los estudiantes con el aprovechamiento de tecnologías en un modo avanzado y, sobre todo, orientado al desarrollo de un proyecto de investigación que resulte en productos de provecho en ambientes educativos o mediáticos. Este uso avanzado de tecnologías contempla desde el manejo a fondo de procesadores de textos para editar colaborativamente un documento, hasta la recuperación de documentos diversos mediante la consulta de catálogos electrónicos y la utilización de gestores bibliográficos. Quiero enfatizar que este uso de la tecnología resulta muy significativo en la formación de las y los estudiantes, pues a pesar de que se pertenece a una generación plenamente digital, su uso de sistemas de mensajería y recursos electrónicos es muy elemental. A esto debe agregarse que suele ser frecuente cierto rechazo a la tecnología por parte de las y los estudiantes de humanidades, rechazo que alcanza a veces a considerarse un motivo de orgullo sólo porque ese rasgo de carácter los diferencia del resto de su generación. En suma, que esta asignatura representa un espacio muy oportuno para llevar a cabo experiencias que tendrán un impacto muy significativo en la formación de los profesionales que el plan de estudios se plantea como meta, tanto en lo estrictamente profesional como en la reflexión que pueden llevar a cabo respecto a la trascendencia de su futura actividad en nuestra sociedad.

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"Estudiante"

¿En qué consiste la experiencia docente que quieres compartir?

La experiencia consiste en realizar de manera grupal la anotación de dos textos literarios escritos por autores latinoamericanos. El primero de ellos es el discurso de aceptación del Nobel escrito por Gabriel García Márquez en 1982 (titulado "La soledad de América Latina"); y el segundo es el prólogo a la novela El reino de este mundo, del escritor cubano Alejo Carpentier. A continuación detallo la experiencia. La anotación de textos literarios es una actividad propia de la Filología, que es otra forma de llamar a los actuales estudios literarios. A lo largo de la historia, y desde su surgimiento en Alejandría en el siglo IV a.n.e., las anotaciones que expertos y expertas, eruditos y eruditas han colocado en los márgenes de los textos antiguos tenían como propósito facilitar la comprensión de los mismos, pues con el paso del tiempo resulta normal que las palabras, las expresiones, las referencias a ciertos personajes, hechos históricos, costumbres, objetos, etc., se transformen o bien se pierdan de vista. Las anotaciones filológicas permiten a las nuevas y los nuevos lectores comprender mejor y de manera más completa esos textos en los que, de otra manera, se asomarían aquí y allá palabras que hicieran referencia al mundo cultural que era fácilmente reconocible únicamente por los primeros lectores de aquellas obras, sus destinatarios naturales. Sin estas notas, los textos de la tradición literaria en una lengua se volverían incomprensibles y, a la larga, podrían prestarse a lecturas descontextualizadas que desvirtúen el significado original que tuvieron. Para llevar a cabo esta actividad, se pide a las y los estudiantes llevar a cabo una lectura en voz alta, por turnos, y en la clase. Deben subrayar todas las palabras, expresiones o referencias culturales que les resulten confusas o desconocidas, o que bien pudieran ampliar en beneficio de un lector. Así, por ejemplo, en el primer párrafo del discurso de García Márquez, resulta conveniente incluir una nota que amplíe la información biográfica sobre Antonio Pigafetta, mencionado por el colombiano, y además incluir en la nota el nombre de la obra en donde ese marinero expuso aquella visión fantástica de América citada en dicho discurso. Una vez identificadas individualmente esas "lagunas" lingüísticas e intelectuales, se comentan en grupo, párrafo por párrafo, para juntar el mayor número de ellas y se divide el texto por párrafos entre las y los integrantes del grupo; si es un grupo muy grande, se forman equipos de máximo dos personas. A las y los estudiantes les hago llegar una liga al discurso Nobel cargado en Google Docs, de modo que el grupo trabajará sobre un solo documento y podrá ver cómo van anotando el texto sus compañeras y compañeros e, incluso, podrán comunicarse entre ellos mediante las herramientas de mensajería proporcionadas por esa aplicación. A continuación, bajamos a la Biblioteca de la Ibero con el propósito de utilizar las obras pertenecientes a las colecciones de Consulta y Acervo General para encontrar la información que será el insumo de sus notas. Las instrucciones para generar las notas son las siguientes: 1. Deben ser lo suficientemente extensas como para aportar información relevante para el lector, de modo que apoye su proceso de lectura; al mismo tiempo, debe cuidarse que no sean tan extensas que acaben entorpeciendo la lectura con datos intrascendentes. 2. Las fuentes de donde se extraiga la información, tanto impresas como electrónicas, deben ser evaluadas conforme al método planteado anteriormente en clase, es decir: de preferencia deben estar respaldadas por procesos de validación (fuentes académicas o provenientes de editoriales reconocidas); en caso de que no sea posible acudir a fuentes respaldadas por procesos de validación (sitios web personales, blogs, etc.), deben investigarse las credenciales de las autoras o autores de esas fuentes (otras publicaciones, grados académicos o desempeño profesional que permitan suponer experiencia y responsabilidad en el manejo de la información, por ejemplo); deben contrastarse al menos dos fuentes diferentes y verificar que no haya discrepancias significativas en la información que reportan; también es importante acudir a las fuentes más adecuadas (diccionarios de las variantes de la lengua española en América, por ejemplo, antes que acudir al Diccionario de la Real Academia cuando el caso lo amerite) y de preferencia a las fuentes directas (por ejemplo, en el caso de citas indirectas buscar y verificar en la publicación original en vez de únicamente confiar en el texto que cita dicha fuente original). Por último: si la fuente es una publicación no validada en internet, ésta debe servir únicamente como primer acercamiento para luego verificar la información en una fuente más confiable (un dato encontrado en Wikipedia debe verificarse en una fuente impresa o electrónica con más sustento). 3. Todas las fuentes citadas deberán registrarse al final del documento de acuerdo a las normas de la Modern Language Association of America. A lo largo del ejercicio, las y los estudiantes pueden comunicarse libremente mediante el chat de Google Docs para comunicar hallazgos y pedir sugerencias de fuentes documentales. El profesor está conectado también a ese chat e interviene con sugerencias o cuestionamientos sobre las fuentes, y hace comentarios específicos sobre las anotaciones que van realizando las alumnas y los alumnos. Una vez terminado el ejercicio (en ocasiones se han requerido dos sesiones) se revisa en grupo el documento general. Las y los estudiantes, y el profesor, evalúan la experiencia en término de utilidad para un posible lector que no esté familiarizado con el autor ni con su obra. También comparten las dificultades y dudas que surgieron durante el desarrollo de la experiencia. El profesor revisa con el grupo los aspectos del formato de citación para aclarar dudas y reforzar las normas conforme al manual de la MLA. La experiencia se repite, ya con evaluación numérica, con el prólogo de Alejo Carpentier a El reino de este mundo, un texto con mayores complicaciones de vocabulario y con un denso entretejido de referencias culturales, más complicado que el presente en el discurso de García Márquez. Como puede observarse, para llevar a cabo esta experiencia se aprovechan muchos recursos que la Universidad provee a todas y todos sus estudiantes: espacios de trabajo en la Biblioteca (individuales y en grupo), sus acervos bibliohemerográficos, las bases de datos académicas, la infraestructura para conectarse a Internet de manera inalámbrica, etc. En próximos ejercicios se buscará utilizar el acceso a Office365 que la Universidad provee, para el procesamiento del texto mediante Word. El único insumo que las y los estudiantes deben proveer es una computadora portátil o tablet con capacidad de conectarse a internet; en caso de que no cuenten con este instrumento, pueden utilizar las computadoras de acceso público ubicadas en la biblioteca

EL TRABAJO COLABORATIVO EN UN MISMO PRODUCTO ESCRITO PERMITE LA INTERACCIóN Y LA RETROALIMENTACIóN ENTRE LOS PARES, QUIENES PUEDEN APORTAR COMENTARIOS ENCAMINADOS A MEJORAR LAS APORTACIONES DE CADA PERSONA O INTENTAR REDACCIONES DIFERENTES,

"Docente"

¿Cuáles son los resultados alcanzados por tus estudiantes a partir de tu experiencia?

Por supuesto, creo que destaca el hecho de que mediante esta experiencia las y los estudiantes pueden poner en práctica muchos de los conocimientos y habilidades adquiridas hasta ese punto del semestre, encontrarles un sentido práctico en un proyecto que las integra. Además de que esta experiencia les permite practicar la anotación crítica de textos, habilidad sumamente útil si en el futuro deciden dedicarse a la docencia, la investigación en literatura o el trabajo editorial. También les permite explorar la posibilidad de llevar a cabo un trabajo colaborativo en tiempo real, mediante el uso de tecnologías de muy fácil acceso. De este modo, se dan cuenta de que el estudio de las obras literarias  que suele concebirse como un trabajo solitario y sumamente individual también se enriquece con las aportaciones de sus pares. Sin embargo, el aprendizaje que me parece más significativo a partir de esta experiencia es el que tiene que ver con la posibilidad de entender que la lectura y comprensión de los textos literarios es, sí, un trabajo que se realiza para satisfacción personal pero que al mismo tiempo, si se le entiende desde una perspectiva más amplia y generosa, puede trascender al individuo que lo realiza y al compartirlo permite que otros individuos puedan acercarse a esos textos, comprenderlos también y buscar su propia experiencia estética individual y personalísima. Que sin esa perspectiva, la erudición se agota en el individuo y desaprovecha todo su potencial para propiciar que estas obras tengan una mayor relevancia en la cultura, en la vida cotidiana de todos los individuos a los que toque.

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"Estudiante"

¿Cuáles son los logros y nuevos retos que te plantea la reflexión sobre tu experiencia docente significativa?

ratados por la Biblioteca hasta la posibilidad de recibir retroalimentación por parte de sus pares durante la redacción de sus trabajos sin necesidad de circular copias impresas de los mismos. En cuanto a los retos que experiencias como ésta presentan, tengo claro que aún me queda mucho camino por recorrer para lograr una auténtica experiencia de aprendizaje, en lo que desde hace algunos años se conoce como "humanidades digitales", en las que nuestra Universidad poco ha avanzado. Esta aproximación no sólo busca editar y difundir por medio de herramientas tecnológicas los textos, sino también aplicar en su estudio análisis estadísticos que permiten entender, por ejemplo, cuestiones de estilo y, a su vez, estas pueden estar asociadas a problemas de atribución de obras. Un caso emblemático de los últimos años es el descubrimiento  mediante análisis computacional de textos de que Christopher Marlowe contribuyó en la redacción de la tragedia Eduardo VI, de Shakespeare. Avanzar hacia este tipo de aprovechamiento realmente avanzado de tecnologías (que no se limiten a la recopilación de información previamente publicada sino a generar datos de primer orden que puedan servir para otros investigadores), es deseable. Por supuesto, esta no es una tarea que sólo concierna a mi trabajo en el aula y para este curso, sino que debe ser parte de un proyecto de investigación que se desarrolle fuera de este espacio y que, por cierto, se abre a la posibilidad de cooperaciones transdisciplinarias. Sin embargo, debo reconocer que hay una limitante en la edad y conocimientos previos de los estudiantes, pues la materia se imparte en primer semestre. Esto dificulta alcanzar niveles más profundos de análisis de las obras. No obstante, si se trabaja de la mano con otras asignaturas del primer semestre, como Fundamentos de Análisis y Crítica, podrían llevar a cabo investigaciones con alcances modestos pero realistas. Otro reto que rebasa el ámbito de mi curso e involucra a la coordinación del programa es el seguimiento y la continuidad de los conocimientos y habilidades propios de la asignatura en los semestres subsecuentes.

¿Qué elementos de tu experiencia podrían ser replicables o transferibles en otros contextos (asignaturas, programas académicos)?

Me parece que esta experiencia demuestra que en el salón podemos aprovechar los instrumentos tecnológicos que tenemos a la mano y que bien orientada, esta experiencia puede resultar en una forma diferente de interactuar en el salón. Hablamos mucho de cómo el enfoque constructivista está orientado a que las alumnas y los alumnos construyan su propio aprendizaje, pero esto no se puede lograr si insistimos en una docencia basada en conferencias por parte del profesor, lecturas fuera de clase y dos o tres trabajos escritos. Uno de los mayores retos para un docente de la Ibero es cómo aprovechar los módulos de dos horas continuas de clase que son característicos de nuestro sistema y que no se repiten en muchas otras instituciones de educación superior. Si nuestras clases se transforman en espacios para hacer, y que mediante ese hacer las y los estudiantes generen habilidades y adquieran conocimientos, estaremos más cerca de acercarnos a este modelo educativo al que aspiramos; los módulos de dos horas son momentos muy adecuados para tener este tipo de experiencias. Este hacer se puede valer de esos instrumentos con los que alumnas y alumnos se relacionan permanente y constantemente, como las computadoras. Podemos aprovechar todo su potencial  sin cerrarnos a otras posibilidades . También es conveniente que en la medida que la experiencia lo requiera, ésta se desarrolle fuera del espacio cerrado del aula. En el caso de la experiencia particular que estoy reportando, el sitio más adecuado para desarrollarla, gracias a los recursos de información impresos que ofrece, es la biblioteca. En otros casos será distinto, pero sí tendríamos que pensar en otras áreas, dentro y fuera de la Universidad, para que ciertas dinámicas de aprendizaje estén más cerca de la "realidad" de la ciudad o del país. Pienso, por ejemplo, en llevar el producto de dinámicas, como ésta, a aulas de bachillerato para percibir  e incluso estudiar sistemáticamente con, por ejemplo, estudiantes del departamento de Educación su efecto en un grupo estudiantil de ese nivel de estudios, a quienes en principio estaría dirigido. El trabajo colaborativo en un mismo producto escrito permite la interacción y la retroalimentación entre los pares, quienes pueden aportar comentarios encaminados a mejorar las aportaciones de cada persona o intentar redacciones diferentes, con el objetivo de realizar el mejor producto posible para sus potenciales lectores.

¿Qué se requiere para poder replicar o transferir tu experiencia en otros contextos?

La Universidad ofrece la mayor parte de la infraestructura y los materiales necesarios para llevar a cabo una experiencia como la descrita aquí. No obstante, habría algunas consideraciones de orden práctico que es necesario tomar en cuenta. 1. Para el caso específico de una experiencia desarrollada en la Biblioteca, es necesario que el docente conozca a profundidad los recursos tradicionales (impresos, físicos) y digitales ofrecidos por esa entidad. Debe ser un experto en el manejo de los mismos, de modo que pueda orientar a las y los estudiantes, y al mismo tiempo tener claras las expectativas sobre lo que se puede lograr con ellos en términos de calidad académica. 2. Respecto al acceso a computadoras para llevar a cabo una experiencia como ésta, es frecuente que las y los estudiantes manifiesten la incomodidad de cargar durante todo el día con la computadora o la tablet, además de los problemas de seguridad asociados a transportarlas entre la casa y la Universidad. La posibilidad de robo, extravío o daños está latente. Quizá podría evaluarse un programa de aseguramiento colectivo y voluntario (los costos serían un elemento importante a considerar) que cubrieran los equipos de las y los estudiantes. O pensar en un servicio de préstamo en campus de computadoras o tabletas con el equipamiento mínimo necesario para llevar a cabo experiencias de aprendizaje. 3. Aunque ha mejorado recientemente, es importante insistir en que la infraestructura de la red inalámbrica debe brindar una conexión a internet constante y suficiente. Recuerdo alguna ocasión  hace ya algunos años en que debimos posponer el ejercicio debido a que la red inalámbrica estaba fallando y las primeras anotaciones no podían guardarse en Google Docs.

Desde tu expertise docente, ¿Qué podrías compartir con otros profesores para la mejora de sus prácticas?

Concibo que la actividad docente es sumamente personal, y que curso tras curso cada profesora o profesor va descubriendo cuáles son las estrategias que a ella o a él le funcionan mejor porque se adecuan a sus valores, su forma de ser, su humor, etc. Sin embargo, esta reflexión personal me ha llevado a plantearme tres principios que procuro tener presentes en cada curso que imparto, y que tal vez puedan ser de utilidad en el proceso de reflexión que otras y otros hagan sobre su propia práctica. 1. Exigencia: este principio parte de mi experiencia personal como alumno de licenciatura, pues en muchos casos sentí que mis profesoras y profesores carecían del rigor para calificar. En una disciplina como la Literatura, es más o menos fácil valorar un trabajo poco fundamentado y con pobre rigor analítico como si fuera producto de una natural tendencia a la subjetividad dentro de la disciplina. Esto en nada beneficia a los alumnos, pues perdemos la oportunidad de enseñarles a defender con argumentos y evidencias la validez de su interpretación; y quizá esta sea una de los aprendizajes esenciales en nuestra disciplina, constantemente sometida a juicio desde fuera pero también desde dentro, por quienes la practican. 2. Esta exigencia, para mí, debe partir de esta consideración: cada una de nuestras alumnas, de nuestros alumnos, llegan a nuestro salón con distintos niveles de experiencia y facilidad para la escritura académica. Ninguna de ellas, ninguno de ellos, por pobres o limitadas que sean estas experiencias, queda fuera de mi responsabilidad como docente de nivel universitario. Esto es, que nunca diré que cierta alumna o alumno "no sabe escribir" y por lo tanto lo dejaré a un lado porque no es mi responsabilidad, cuando ya ha llegado a la Universidad, hacerlo mejorar en ese sentido. Por el contrario: pienso que buena parte de la educación universitaria consiste en formarse en la lectura y escritura propias de la disciplina que uno ha escogido. En ese sentido, también es mi responsabilidad apoyar el proceso de cada estudiante para que mejore a partir del nivel de escritura con el que inicia el semestre. Los más avanzados, por ejemplo, podrán siempre mejorar y superarse; no por escribir ya de manera aceptable deberán considerar que no haya áreas de oportunidad y nuevas fórmulas por explorar en su escritura. Y quienes apenas llegan con las herramientas básicas  incluso con deficiencias para escribir, deberán comprometerse con un proceso en el que las y los apoyaré, aún si esto implica horas extra de asesoría. Tal vez sea necesario que repitan el curso para lograr el objetivo, pero lo harán con la certeza de que estarán acompañados por mí para avanzar y, ahora, con el Laboratorio de Escritura del Departamento de Letras, que presta un apoyo invaluable para esta labor. 3. Explorar constantemente nuevas herramientas tecnológicas, particularmente software más que hardware, con el propósito de adaptarlo a las clases. Esta es una actividad que personalmente me resulta muy satisfactoria en sí misma, cuando proyecto lo que podría hacer con ese software en el salón. No siempre aterrizo todo, pues también debo reconocer que desarrollar estos materiales es un trabajo que lleva un buen tiempo. Preparar una buena presentación, hacer una línea del tiempo, preparar un cuestionario en brightspace, requiere de varias horas y el resto de nuestra vida no siempre contribuye para que lo hagamos como queremos y para cuando lo queremos. No obstante, esa exploración para mí representa una oportunidad de imaginar nuevas posibilidades para mi clase que tarde o temprano podré llevar a cabo.

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